Han pasado veinte años desde la tragedia del vuelo 587 de American Airlines el 12 de noviembre del 2001. No tengo memorias de este desastre, ocurrido a dos meses de los atentados del 11 de septiembre de ese año en Nueva York. Tal vez era muy pequeño para atender noticiarios; lo que se resaltaba en los medios y conversaciones de mi escuela en Vega Baja era la contienda militar entre Estados Unidos y Afganistán.
Comencé a investigar sobre esta tragedia mientras leía Clap When You Land (HarperTeen, 2020) de Elizabeth Acevedo. Cindy Jiménez-Vera, mi maestra poeta, me entregó por correo este libro, hermoso de tapa a tapa. En la portada, los rostros de dos hermanas, Yahaira y Camino, se cruzan en la silueta enlutada de un avión. Mientras la leía: libreros, poetas y hasta un match de Tinder me comentaron sobre lo buena que era o sobre lo bien que habían oído hablar de esta obra. A todos la recomendé sin haberla culminado, pero hoy abro la sugerencia. 
La novela, escrita en versos, es narrada a dos voces ellas quienes pierden a su padre en el vuelo 587. En el proceso de reclamar a la aerolínea por la muerte del difunto, se descubren hermanas y con ello, el secreto familiar que las mantuvo a límites distintos del océano Atlántico por años. Camino narra desde la costa de República Dominica, en una comunidad que no se ha podido recuperar del paso de un huracán. Han pasado varios años desde aquel desastre, pero la precariedad, las enfermedades, el acoso y el hambre asedian. Vive con Tía, quien es sanadora de almas y posee una devoción inspiradora, pues Camino quiere ser médico. 
Yahaira narra desde Nueva York, donde goza la libertad de sostener una relación con otra chica, quien es su fuente de apoyo durante el vuelo. Vive con ambos padres y fue campeona de ajedrez, lo cual agradaba grandemente a su papá. Sin embargo, ella le resentía, pues comenzaba a descubrir la verdadera razón detrás de sus viajes a República Dominicana. En medio del duelo, ambas recopilan pistas que la burocracia en torno a la aerolínea revela hasta que logran encontrarse gracias a las redes sociales. 
Quien lee la obra de Acevedo crea un mapa que combina la información provista por ambas voces. A medida que avanza la trama, los cambios de voz cobran una agilidad tan a la par con la tensión dramática que en más de una ocasión me detuve a soltar las lágrimas que sus páginas anudan. En la novela se aprecia el duelo colectivo de la comunidad dominicana, los procesos de duelo en la escuela y los trámites mortuorios. Igual que el cambio de voz narrativa implica para el lector un cambio de espacio, la novela contrasta el duelo de una joven con la otra. Los problemas que enfrentan son distintos y en ambos casos aquel silencio familiar no permite objeciones. Pero ambas se muestran listas y valientes, de modo que las decisiones que toman para hallar las respuestas que buscan nos dejan con una novela fascinante, ágil de leer pues es un verdadero gusto descubrir junto a las chicas el vínculo que será su herencia más preciada.
Gaddiel Francisco Ruiz Rivera (Vega Baja, Puerto Rico, 1991) es editor, poeta, artista y maestro queer. Ha publicado los libros Via crucis de la otredad (Editorial Educación Emergente, 2012), Reptura de agua enchufada en un isla (EEE, 2015), Remedios crónicos para enfermedades caseras (La Impresora, 2016 y 2da. edición, 2019) y Lógica escata (Ediciones Aguadulce, 2017). Textos suyos aparecen en revistas tales como: Cruce, 80grados, Ciudad Puente, Letras de Chile, Retorno, Transtierros, Trasunto y LL Journal. Su poesía se ha traducido al inglés para The Wanderer y al portugués para Otro páramo.
Back to Top